Desgraciadamente, acciones pequeñas como dejar el agua corriendo mientras nos lavamos los dientes o no desconectar la PC durante la noche no están ligadas directamente al aumento de la temperatura global, ni al sufrimiento del oso polar, ni a la extinción de especies, así que es común escuchar “entonces, ¿para qué cambiar de hábitos?”. Como reacción a esta falta de acción, el ecologismo más radical propone medidas drásticas.
Sin embargo, en el punto medio de todo este embrollo, estamos los ecologistas imperfectos. Nosotros, los que estamos intentando hacer las cosas un poquito mejor, que cada día hacemos algo para cuidar nuestro entorno, nuestra salud y que todos podamos tener un mejor futuro.
A pesar de ello, muchas veces, en lugar de aplaudirnos y animarnos a continuar, nos criticamos por “no hacer suficiente”, por ser “tibios" o por no lograr vivir igual que los ecologistas que seguimos en redes y terminamos sintiéndonos culpables por ello:
Que si comprar en Amazon no es sostenible,
Que cómo voy a comprar en el supermercado teniendo el mercado o una tienda a granel al lado,
Que cómo voy a comprar la ensalada empaquetada en plástico pudiéndola hacer yo,
Que cómo voy a comer carne con todas las alternativas que hay,
Que cómo voy a comprarme un pantalón en Zara con lo explotadores que son y los bazares de segunda mano que hay…
Y así de manera interminable.
Pero no te preocupes, a todos los que estamos iniciando o avanzando en este camino nos pasa. Por eso te dejamos aquí:
5 pensamientos de un ecologista imperfecto
-Este es MI camino y lo recorreré a mi ritmo; celebraré mis logros y no me sentiré mal por mis deslices.
-Recuerdo por qué y para qué hago las cosas: defiendo lo que amo de la mejor manera que me es posible en este momento.
-Puedo desviarme del camino de vez en cuando si así lo deseo o necesito.
-No juzgo a otros por no llevar mi ritmo. Al final cada persona actúa según la información que tiene y haciéndolo lo mejor que sabe y puede, como yo.
-Enseño mis “defectos no-ecologistas” de vez en cuando. Mi camino es imperfecto igual que el tuyo, pero juntos vamos mejorando.
Es precisamente porque no podemos cambiarlo todo en un segundo que a la hora de pasar a la acción, un ambientalista imperfecto lo hace sin culpa. Simplemente elige una causa y aporta lo que está a tu alcance:
usar la bicicleta para moverte por la ciudad,
consumir menos plástico,
plantar árboles,
consumir menos carne,
ir cambiando poco a poco el supermercado por tiendas a granel o mercados,
ir cambiando también artículos no sostenibles por aquellos que sí lo son, como usar shampoo en barra o pasta dental en tabletas, como las Teethtabs.
entre muchas otras pequeñas acciones.
Dafna Nudelman, especialista en sustentabilidad y activista por el consumo responsable, nos hace saber lo mismo desde su cuenta @lalocadeltaper:
“No necesitamos un ambientalista perfecto, necesitamos a millones de ambientalistas imperfectos tomando acción todos los días”.
Y tú, ¿qué estás haciendo para unirte al cambio? 🌎🤗
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